Identificación de Patrones: La Necesidad Humana de Predecir el Futuro
Comentario por Julián Guerrero Juk
El humano, como cualquier otro ser vivo en este planeta, ha sido moldeado por las
fuerzas de la evolución. Como tal, todas las características que nos definen se han desarrollado en
un contexto de la supervivencia del mejor adaptado, del más fuerte, del más inteligente. Entre
algunas de las características que nos han permitido avanzar y desarrollarnos han sido la
identificación de patrones y la resolución de problemas. Aunado a esto, una de las características
reconocidas como la como parte de la inteligencia humana es la capacidad de predecir qué puede
pasar en un futuro. Todos estos elementos entonces nos definen como seres humanos.
Menciono estas características porque creo que están relacionadas. Para poder
anticipar algo, tenemos que tener un modelo mental de qué es lo que puede pasar. Para poder
tener un modelo mental tenemos que entender cómo funcionan las cosas, lo que implica que ya
identificamos algún patrón y lo estamos usando para extrapolar nuestras observaciones. Mediante
esta anticipación, podemos comprender a mayor detalle que es lo que está pasando en el mundo
alrededor de nosotros. Y si comprendemos esto, podemos aplicar estos mismos modelos para
resolver los problemas a los que nos enfrentamos. Todo está relacionado.
Para arrancar este proceso, lo primero que necesitamos es identificar los patrones
que observamos. Si reflexionamos acerca del camino que ha tomado la historia de la humanidad,
creo que podríamos llegar a la conclusión de que esta habilidad de reconocer patrones ha sido la
que inicialmente nos impulsó para diferenciarnos de los otros animales que nos rodeaban.
Inicialmente los patrones que identificábamos podrían ser sencillos: el sol sale en la mañana, se
pone en la tarde; en la noche sale la luna y las estrellas; este ciclo se repite. Después se observan
patrones más complejos y el humano veía que hay animales que salen de noche, hay animales que
salen de día. Las plantas crecen, florean, generan semilla; y de aquí si las sembramos, vuelven a
salir nuevas plantas; de ahí nace la agricultura. Siguen patrones más complejos, las estaciones, el
ciclo de vida de plantas y animales, incluidos nosotros, procesos que tardan años si no es que
décadas. Sin embargo con toda esta información, los humanos fuimos formando nuestros modelos
con base a los patrones identificados y predecían que era lo que podría pasar si afectaban alguna
de las variables o de los elementos de este modelo. Creo que este mismo proceso se ha repetido
durante siglos y ha sido el que nos ha depositado en este lugar, y en este momento.
En la era moderna, realmente no mucho ha cambiado respecto a esta situación.
Seguimos observando nuestros alrededores, seguimos tratando de identificar patrones, y